La Oficina de Comercio Exterior explicó que se incrementarán los aranceles en el 10 % de las grandes aeronaves civiles que la UE vende a EEUU y en el 25 % a ciertos productos agrícolas, entre los más destacados vinos tranquilos de menos de 14 grados, aceite de oliva, aceitunas, carne de cerdo y varios tipos de quesos procedentes de España, así como de otros países de la UE. Las nuevas tasas empezarán a aplicarse el 18 de octubre.
Hablando sólo de los dos productos más afectados por las medidas propuestas, España exportó a Estados Unidos en 2018 más de 700 millones de euros: 405 millones en aceite de oliva y 300 millones de vino. Estados Unidos es el cuarto comprador de vino español.
Desde COAG consideran que resulta totalmente injusto y desproporcionado que, una vez más, el sector agrario sea el pagano de una guerra comercial de la UE que no tiene nada que ver con el campo español. Piden a las autoridades comunitarias y al gobierno español que protejan los intereses de la agricultura con una solución rápida y equilibrada.
Por todo ello, ASAJA reclama a nuestro Gobierno, a pesar de estar en funciones, que multiplique sus gestiones y refuerce la presión ante las instituciones comunitarias, especialmente ante la comisaria de Comercio, Cecilia Maalstrom, el actual comisario de Agricultura y futuro comisario de Comercio Phil Holgan, y el todavía presidente de la Comisión Juncker, así como a la presidenta electa Ursula Von der Leyen, Desde UPA han reclamado una “respuesta contundente” desde Madrid y desde Bruselas “al más alto nivel” a este anuncio que podría causar graves daños a la economía de toda España y cuyos efectos “aún no alcanzamos ni siquiera a vislumbrar”.
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha solicitado al Gobierno de España y a las autoridades de la Unión Europea la máxima colaboración para evitar la imposición de aranceles a algunos alimentos y bebidas españoles con la que Estados Unidos ha amenazado a Europa. FIAB advierte que la imposición de estos aranceles no solo a los sectores involucrados, sino también los sectores indirectamente relacionados así como a la distribución, o el transporte.
Para la Federación Española del Vino (FEV), se trata de una decisión “arbitraria e injusta” que no solo afecta a las bodegas españolas y europeas sino también a importadores y consumidores estadounidenses que se verán afectados por los nuevos aranceles