El año 2024 ha sido un perÃodo de altibajos para el sector vitivinÃcola español, marcado por la sequÃa y una reducción en la producción de algunas variedades de uva. Sin embargo, el optimismo prevalece en el sector, especialmente tras la firma del acuerdo con Mercosur el pasado 6 de diciembre. Este acuerdo, que eliminará progresivamente los aranceles para el vino embotellado en un plazo de ocho años, representa una importante oportunidad para los productores de vino españoles. Actualmente, los aranceles aplicados a los vinos de la Unión Europea que ingresan en Mercosur pueden alcanzar hasta el 35%, lo que supone una barrera importante para la exportación.
El cambio climático y la sequÃa han sido dos de los principales obstáculos que el sector ha tenido que hacer frente en 2024. Además de estos factores, el etiquetado, un consumo bajo y la decisión de posponer la plantación de viñedos en algunas zonas para evitar la saturación del mercado han sido otros de los problemas a los que se ha tenido que enfrentar el sector. La vendimia de este año se proyectó con una producción final de 37 millones de hectolitros, un 7% menos que la cantidad prevista al inicio de la campaña. Aunque esta cifra es menor, ayudará a no sobrecargar la oferta de vino en el mercado.
La Federación Española del Vino (FEV) ha realizado un balance positivo del año, a pesar de reconocer la diversidad del sector y la dificultad de hacer una valoración común. José Luis BenÃtez, director general de la FEV, ha señalado que, pese a las incertidumbres, el sector siempre ve la botella medio llena. Esto se debe en parte a una cierta recuperación del consumo en el mercado nacional, aunque aún no se han alcanzado los niveles previos a la pandemia. Según los datos de la Organización del Mercado del Vino (OEMV), el consumo nacional de vino cerró el interanual a octubre de 2024 con un crecimiento del 2,8% respecto al mismo periodo de 2023.
En el mercado nacional, se observa una cierta recuperación, mientras que en el mercado exterior persiste un paradigma de inestabilidad internacional que podrÃa ser estructural. En cuanto a la producción, algunas regiones han tenido problemas especÃficos con los vinos tintos, mientras que otras han logrado mantener un volumen adecuado y una buena exportación. El informe del sector de los tres primeros meses de campaña indica que la producción total de vino ha sido de 29,9 millones de hectolitros, lo que supone 3,1 millones de hectolitros más que en el mismo periodo de la campaña anterior.
David Palacios, presidente de la Conferencia Española de Consejos Reguladores VitivinÃcolas (CECRV), ha calificado el año como muy difÃcil para algunas zonas debido a la sequÃa, que ha resultado en una merma de la producción de uva. Sin embargo, ha señalado que la calidad de la uva ha sido buena en general. En cuanto a la comercialización de vinos, se ha observado una bajada de ventas y stock en vinos tintos, algo que no ocurre con los vinos blancos y rosados. Los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (Infovi) indican que, de la producción de los operadores de más de 1.000 hectolitros, 17,7 millones corresponden a vinos blancos, con un aumento del 20,6%, y los 12,2 millones restantes a vinos tintos y rosados, con un aumento del 0,6%.
Mirando hacia el futuro, el sector espera que el cambio climático permita seguir produciendo y que no haya más problemas. También son optimistas respecto al acuerdo de Mercosur y miran con preocupación a Estados Unidos debido a los antecedentes de polÃticas proteccionistas. En general, mantienen la confianza en que el mercado de exportación se recupere. En la primera mitad de 2024, Estados Unidos se ha mantenido como el primer mercado mundial para el vino, con 3.051,6 millones de euros y ocupa la segunda posición en volumen con 633,8 millones de litros.
La Navidad y la época de celebraciones previas son un perÃodo importante para la exportación de vino, lo que genera cierto optimismo en el sector. Las ventas en noviembre y diciembre están yendo mejor de manera general. Desde las denominaciones de origen, señalan que la Navidad es una época de festejos y el vino está presente en esos ambientes, por lo que esperan un repunte en la comercialización en los dos últimos meses del año.