¿Qué tipos de heladas pueden afectar al viñedo y cómo se clasifican?

Buena parte de España está sufriendo una de las olas de frío más intensas de los últimos años. En numerosas zonas productoras de uva las nevadas han dado paso a fuertes heladas, con temperaturas por debajo incluso de los 10 grados bajo cero.

18-01-2021  

Normalmente se consideran heladas débiles las de 0 a -3 grados; moderadas de -3 a -8 y  fuertes las de más de 8 grados negativos.

Agronómicamente hablando, se considera que está aconteciendo una helada en el viñedo cuando la temperatura del aire medida a un metro y medio del suelo alcanza el punto de congelación del agua (es decir 0 grados) o niveles inferiores. Inclusive, la temperatura al ras del suelo puede ser menor aún.

Según detalla Diego Di Giacomo, miembro de la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores, en la web https://www.devinosyvides.com.ar/ las heladas se pueden clasificar en:

-Helada por convección: Sucede cuando un viñedo es invadido por una masa de aire cuya temperatura es inferior a 0 grados. Las plantas se enfrían por contacto y pueden sufrir diferentes daños según su estado fenológico.

-Helada por irradiación: Este tipo de heladas transcurren durante la noche. Sucede que la superficie terrestre y los vegetales emiten energía calorífica bajo la forma de rayos infrarrojos, y al mismo tiempo reciben las irradiaciones atmosféricas y solares que compensan la pérdida de calor. De noche sucede lo contrario, entonces la superficie y los vegetales se enfrían. En el caso de una noche despejada, sin viento y baja humedad, la pérdida de calor es mayor, ya que unas condiciones opuestas reflejarían nuevamente el calor hacia la superficie.

-Helada por evaporación: En el caso que después de una precipitación descienda la humedad relativa del aire, la película de agua que recubre las plantas se evaporaría rápidamente. El calor de evaporación que el agua necesita para pasar de estado líquido a gaseoso lo toma de las plantas, haciendo descender la temperatura de las mismas. La intensidad de estas heladas depende de la cantidad de agua que se evapora, de la temperatura del aire y de la humedad relativa.

-Helada blanca: Son las heladas en las que se forma hielo sobre la superficie de las plantas, debido a la presencia de masas de aire húmedo. Se ven favorecidas por la ausencia de viento y de nubosidad. De esta manera, se observa una capa de pequeños cristales blancos recubriendo los tejidos vegetales.

-Helada negra: Es el caso de las heladas en las que no se forma hielo, pero se puede observar la muerte de tejidos vegetales, que adquieren tonos oscuros. En la helada negra el descenso por debajo de 0 grados no va acompañado de formación de hielo y se produce cuando la masa de aire es seca, el cielo está semi-cubierto y la capa baja de la atmósfera está turbulenta.

Si la helada se produce en la primavera los efectos pueden ser daño en las yemas que están brotando, daño en los tallos jóvenes, congelación de órganos herbáceos, debilitamiento de la actividad funcional, disminución de la actividad fotosintética y destrucción de inflorescencias.

Las heladas de invierno son quizás las menos temidas, ya que la vid durante su reposo invernal puede resistir hasta 12 grados bajo cero sin mayores problemas. Pero si se supera esa temperatura negativa se podrían observar desde daños en las yemas hasta la muerte misma de la planta.

Hojas Divulgadoras, del Ministerio de Agricultura

En las â€˜Hojas Divulgadoras’ editadas a primeros de los años 90 del pasado siglo por el Ministerio de Agricultura, los meteorólogos Lorenzo García de Pedraza y Joaquín García Vega se referían a las heladas en el campo, clasificándolas en:

-Heladas de advección: Están asociadas a la llegada de una masa de aire gélido (de 10 a 15 grados centígrados bajo cero y más bajas) de carácter polar continental o ártico, asociada a flujos de viento del Norte o Nordeste, que puede venir acompañada de nubes y ocasionales nevadas. Esas masas de aire sumergen a la región dentro de una dura «ola de frío» que destruye los frutos e incluso el propio árbol. Responden a la cronología de llegada de la masa de aire frío y pueden registrarse a cualquier hora, incluso al mediodía. El aire se está renovando continuamente y no hay posibilidad de lucha contra estas tremendas «olas de frío» cuyos efectos agrícolas son catastróficos.

-Heladas por evaporación de escarchas: Son típicas del comienzo de primavera y vienen determinadas por una rápida evaporación de la humedad depositada sobre la planta al salir un sol fuerte después de una larga noche despejada.

EI calor para la evaporación de la escarcha se lo roba al propio vegetal de una forma brusca, con pésima repercusión en órganos delicados de las plantas (brotes de hojas, capullos florales, etc.).

En esas jornadas de primavera es prácticamente igual la duración del día y de la noche, con marcados contrastes entre el enfriamiento nocturno y la insolación diurna, cuando el cielo aparece despejado. Entonces podrían registrarse mínimas de un grado bajo cero (de madrugada) y máximas de 24 grados (después del mediodía).

-Heladas de irradiación: Son de carácter muy local y están muy influenciadas por el tipo de suelo y los cielos despejados durante largas noches. En España son las más frecuentes, abarcando el período otoño-invierno-primavera. Las heladas tardías de primavera, cuando comienza a moverse la savia y llega la floración, suelen ser las más peligrosas.

Por la noche, el suelo irradia hacia el cielo despejado, perdiendo mucho calor y enfriando las capas de aire que descansan sobre tierra, especialmente entre cinco y veinte metros de altura. Ello es causa de que ese estrato de aire acuse un descenso muy marcado de las temperaturas, mientras que por encima de él los valores térmicos son mayores que junto al suelo. A ese «salto» de temperatura por encima del suelo se le llama «inversión térmica» de irradiación y desempeña un papel básico en las heladas, pues actúa como una especie de techo o tapadera que evita el intercambio vertical del aire, dejando abajo aire frío (bajo cero) y encima aire cálido.

Source: Agroclm